Eucalia


Hoy el papel no responde,
el lápiz se detiene,
y la idea del mar,
que un día brilló,
se deshace entre las manos.

Los planos ya no son palabras,
sino peso en el pecho,
un eco de expectativas
que se quiebran como cristales
cuando todo lo que había hecho
se desvanece en la nada.

El reloj avanza,
y el lunes ya está cerca,
pero no sé si tengo fuerzas
para seguir el curso del río
que me arrastra.

Pero aunque hoy el mar esté en calma
y mis manos tiemblen en su orilla,
sé que no es el final,
solo un momento en el camino.
Porque aunque el diseño se disuelva,
la pasión no se pierde.
Solo necesita un respiro.

Comentarios

Entradas populares