entre sombras y luces

eres un reflejo de las estrellas
en una noche sin luna,
un misterio que nunca se revela por completo,
pero que me invita a descubrir
cada rincón de su brillo.

Tu nombre resuena en el aire,
como una canción que no termina,
y aunque las palabras a veces se queden cortas,
tu esencia se siente en cada silencio,
en cada mirada que se cruza sin decir nada.

Hay algo en ti que es tan cálido
como un día de sol en medio del invierno,
pero también profundo,
como un océano que guarda secretos
que solo aquellos que se atreven a bucear
pueden conocer.

Tus pasos, aunque suaves,
son como huellas que dejan marca,
como si cada acción,
por pequeña que sea,
tuviera un propósito en el vasto mapa del destino.
Y yo, que observo desde la orilla,
siento que cada momento contigo
es una pieza que completa un rompecabezas
que aún estamos armando.

no hace falta entenderlo todo,
porque hay belleza en la incertidumbre,
y en tu quietud hay un universo
que se despliega lentamente.
Así, entre sombras y luces,
te conviertes en parte del paisaje,
y yo, una simple espectadora,
me pierdo entre tus contornos,
tratando de entender lo que no se explica
pero se siente en el aire.