Silencio de lo Efímero
En la distancia, aún escucho tu nombre,
como una melodía olvidada,
pero nunca realmente perdida.
Fuiste un eco que llegó con fuerza,
y aunque el viento te alejó,
tu huella sigue en mí,
grabada en cada rincón donde te pensaba.
A veces, me encuentro sonriendo sola,
como cuando reíamos sin razón,
como cuando nos perdíamos en el abrazo
de nuestras propias inseguridades,
en un amor que no sabía cómo ser,
pero que existía, de alguna forma,
en cada palabra no dicha.
Tus ojos, como las promesas guardadas en el silencio
que nunca supimos cumplir,
aún los veo en mi mente
y siento cómo se mezclan con los míos,
como si estuviéramos compartiendo secretos
en cada rincón oscuro de lo que fue.
No sé si fue amor o algo más profundo,
quizás solo fue el miedo de no dejar ir
lo que, a pesar de ser efímero,
se sentía eterno.
Fuiste el sol en mi invierno,
pero también la tormenta
que me enseñó a ver la belleza
en lo roto.
Y aunque ahora todo está callado,
las canciones que compartimos
siguen resonando en mis días,
recordándome que a veces,
el amor no necesita explicarse,
solo sentirse,
aunque duela.
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