Transformación....
Había algo en mí que no sabía cómo nombrar,
un fuego apagado,
una chispa que no terminaba de prender.
Hasta que llegaste tú,
sin pedir permiso,
con tu calma, con tu manera de entenderme sin palabras.
Fuiste el susurro que despertó todo lo que pensaba que había perdido.
No era solo tu compañía,
era lo que tus ojos decían,
lo que tu presencia callaba,
y cómo me enseñaste,
sin saberlo,
que no siempre había que ser fuerte,
que no siempre había que gritar para ser escuchada.
Me mostraste que podía ser suave,
sin perder mi esencia,
que la paz es tan poderosa como la tormenta.
Ahora soy una versión de mí que no conocía,
una versión que sabe escuchar su interior,
que sabe cuándo callar,
y cuándo dejarse llevar por la corriente.
Y aunque no sé si es gracias a ti,
sé que este cambio tiene tu huella,
como un paso tranquilo en un camino que recorrí junto a ti.
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